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VEINTISEIS

Felices Fiestas

Felices Fiestas

Dieguito Noel les desea unas felices fiestas y un comienzo de año al menos tan bueno como su final. Esperemos que nuestro amor y dinero goce de tan buen momento como nuestra salud.

Vente pal funky

Vente pal funky

Y sí, volvimos a Granada. Subimos, bajamos, en coche, a pie, del funky a la  plaza nueva, al mirador y después a la Alhambra, viendo a Lorca, bueno su casa, durmiendo, bailando, bebiendo unos más que otros, y las tapas, que ricas, pero mucha cerveza, atardeceres de los que no nos vamos a olvidar nunca, perdernos en el coche resultó un gran método para conocer la ciudad, y más birras y tapas, algún te y cus cus, amigos y amigas...fue un placer.

Vuelvo a Granada

La verdad es que yo en Granada no he estado, pero la conozco bastante porque he ido un montón de veces...Y Miedo tengo!que dicen que la segunda vez que vás no mola tanto... por suerte llevo tres... de hecho una vez fui tan pronto que llegué el viaje de antes y me tuve que tomar las llaves frías... Boabdil tuvo la culpa!las llaves giraban a derechas y nunca a izquierdas... es mejor no hablar de ciertas cosas... pero la cosa se calentó... Boabdil subió el fuego y con el espacio que allí quedó pusieron unos leones... y ahora hay problemas de palomas! ...la importación se ha disparado, llegando, incluso, a agotar las reservas de carceles de bocas de metro y algún que otro alfeizar...mas amigos,Maherit se cobra la justicia por su cuenta con los incautos! Y ya tiene muchas tumbas cavadas!

El rumor asciende hasta el cenit y resuena en las nubes con un fragor melancólico.

SANLITOS

Monteratres

Monteratres

Nuevo Centro de Acogida para jóvenes arquitectos en fase de proyecto fin de carrera. También se aceptan perros, suegras, artistas en paro o cualquier otro despojo de la fauna urbana que quieran perder de vista. Para más información visitenos en  www.alberguesvanderrohe.com  

'El Sereno', último film de Pablo Trelew

'El Sereno', último film de Pablo Trelew

Una vez más este joven cineasta nos deslumbra con sus historias de escrupuloso pragmatismo, pero con tintes extravagantes. La historia tiene lugar en el céntrico barrio madrileño de Vistillas, donde un sereno retirado decide volver a hacerse cargo de su vecindario hasta puntos insospechables. En su aventura le acompaña un tierno jubilado, que a pesar de su falta de memoria mantiene una fe ciega en él. Dentro de las rarezas de este film, cabe destacar la figura de Tommy Lee Jones en el papel de Antonio, el Sereno, quien demuestra defenderse en español mejor que el mismísimo Alatriste. Esta comedia ácida con aires de tragedia griega puede resultar larga y un tanto agrsesiva para aquellos que ronden los setenta, pero les animamos a verla.

Esta película se estrenará el próximo viernes 15 de Septiembre en toda España

Los viejitos que sufren maltratos o palizas en la película, en realidad son muñecos que recrean a los personajes

Patafísica

Patafísica

Aunque resulte inventado (y probablemente en su momento lo fuera), la patafísica no responde a la naturaleza de las piernas o los pies sino al estudio de las soluciones imaginarias y las leyes que regulan las excepciones. Parace venir como anillo al dedo para nuestro lugar de encuentro. Cuenta incluso con institutos dedicados a su investigación como es el caso de www.patafisica.net. De momento nos encontramos investigando sobre el fenómeno, pero prometemos volver con más.

Para interesados en la materia les remitimos al libro Gestas y opiniones del doctor Faustroll, patafísico por Alfred Jarry en 1907.

La Semiótica

La Semiótica

Según Umberto Eco, uno de los pioneros de la semiótica contemporánea, la definición de este término se encuentra entre los clásicos. Saussure concibe una ciencia que estudie la vida de los signos en el marco de la vida social. Pierce la describe a partir de la semiosis, la cual a su vez queda definida a partir de tres sujetos: signo, objeto e intrerpretante. Interesante, ¿no? Probablemente mientras lees una a una estas palabras e intentas entender su significado (que obviamente cambia según su orden), te das cuenta de la complejidad del ser humano, sobre todo de su lenguaje.

Al analizar el significado de los signos dentro de un marco, llegamos a conclusiones de lo más inesperadas. Supongamos que el marco es un domigo por la tarde y tres amigos (bueno eso da igual) hablando de todo un poco, concluimos que  si la palabra alma provenía de anima, y que aquellos que no la tenían eran considerados infrahumanos, estaba claro que A-NIMAL venía de ahí. ¡Desalmados, mi perro tiene ánima! Y si desanima o se desánima, yo le re-animo, es decir le vuelvo a dotar de alma. Soy un almador.

Chorradas como estas, aportan un conocimiento que nunca será valorado por la Real Academía, pero lo bien que nos lo pasamos... Así que os animo (no os doy alma sino coraje) a dejarnos vuestras invenciones, interpretaciones, etc.

Socrates, las mujeres y la filosofía

Quizás en ningún otro diálogo como en e Menón logró Platón concentrar, en un espacio tan reducido, una formulación tan lúcida como ajustadas de algunas de las que serán sus principales tesis.

 

Más allá de la estructura concreta del diálogo, a nosotros nos interesa la búsqueda que Sócrates entabla con Menón, en la que se persiguen aquellos requisitos que nos puedan dejar satisfechos en la respuesta al qué es de algo, lo que conducirá a los dos interlocutores a preguntarse por la posibilidad del conocimiento. Es en ese momento cuando a través de una deducción de la doctrina de la reminiscencia, a partir de la creencia mítica en la preexistencia y en la transmigración del alma , se realiza una deducción mayeútica, llevada a cabo con la intervención de un esclavo de Menón.

 Lo que en esta parte del diálogo se establece es de enorme trascendencia, en tanto que aparece claramente delimitado ese lugar al que podemos llamar Razón; lugar al que tanto Sócrates como Menón o su esclavo, acceden mediante una escalada dialéctica, para luego tirar de él como si de un hilo se tratara, deduciendo así lo que siempre ha sido, lo que de siempre ha estado ahí. Y así, lo que se pone en juego es la “sencilla” operación de recordar que en un triángulo rectángulo, el cuadrado de la hipotenusa es igual a la suma de los cuadrados de los catetos.

Sócrates- ¡ Pero no es fácil! Sin embargo, por tí (refiriéndose a Menón) estoy dispuesto a empeñarme. Llámame a uno de tus numerosos servidores que están aquí, al que quieras, para que pueda demostrártelo con él.[1] Nuestra pequeña variación va a pasar por problematizar aquello de “(...) para que pueda demostrártelo con él”. ¿ Y sí “el” fuera “ella”? ¿ Y sí en vez de una esclavo fuera una esclava la llamada a someterse a las artes mayéuticas de Sócrates?

Lo que trataremos llevar a cabo, pues, será hacer algo de ficción “platónica”, recreando un dialogo con esa posibilidad, con ese sutil cambio; veamos a donde nos lleva.

Dialogo

  

Sócrates- Mira que eres taimado Menón. No se te ocurre otra cosa que preguntarme si yo, Sócrates, aquel que sólo sabe que no sabe nada, razón por la cual el Oráculo dijo ver en mí al más sabio de todos lo hombres de la Hélade, puedo enseñarte algo. Acaso crees tú, que yo, que acabo de decirte que las almas, inmortales todas ellas, que han visto las cosas más excelentes, que han aprendido todas las cosas, y que por lo tanto pueden acceder a todo ello por el recuerdo, puedo caer en la contradicción de pensar que hay más bien enseñanza en lugar de reminiscencia.

 

Menón- ¡No, por Zeús, Sócrates! No lo dije con esa intención, sino por costumbre. Pero, si de algún modo puedes mostrarme que en efecto es así como dices, muéstramelo.

Soc- ¡ Pero no es fácil! Sin embargo, por tí (refiriéndose a Menón) estoy dispuesto a empeñarme. Llámame a uno de tus numerosos servidores que están aquí, al que quieras, para que pueda demostrártelo con él. 

Men- Muy bien. ( A una servidora) Tú, ven aquí. 

Soc- Muy intrépido eres tu Menón, que de entre todos tus esclavos eliges a una mujer. Ten cuidado y no te fíes nunca de una esclava, no vaya a ser que un día, pensando de cuantas maneras se dice la virtud, distraído caigas en un pozo y tengas que soportar las insolentes risas de una de tus sirvientas, como le sucedió al sabio Tales. En cualquier caso, más me da que me ofrezcas a un hombre o a una mujer; pues no sólo el varón habrá de ser educado en la música y en la gimnasia, sino también la hembra.   Men- Como dispongas Sócrates. 

Soc- Sí, lo haremos de esta manera, pues veo Menón, que tu proceder no es arbitrario ni azoroso. No por casualidad has pensado en una esclava para nuestra demostración, sino que ha sido tu ambición la que te ha llevado, no sólo a desentrañar la posibilidad del recuerdo, sino también a escudriñar si el alma de las hembras queda sellada por lo visto en el Hades tal y como queda en la de los varones.

 

Men- ¡Por el perro que no Sócrates! No fue ambición lo que me movió. 

 

Soc- Lo que haya sido no nos ocupa ahora. Sin más dilación, comencemos nuestra búsqueda.

Llegados a este punto, Sócrates procede de la manera habitual en él, que es hacer preguntas sin transmitirle a su interlocutor conocimiento alguno, consiguiendo que este descubra por sí mismo la solución.En nuestro caso, en el que se persigue la demostración de un problema geométrico ( el teorema de Pitágoras) Sócrates deja que su interlocutor dé la respuesta inmediata y obvia. En el presente caso, que el cuadrado de área doble se obtendría a partir de un lado doble al del cuadrado dado. Posteriormente, muestra la inconsistencia de la respuesta dada, obligando así a que su interlocutor admita no conocer realmente aquello que creía conocer y provocando en él el deseo de conocerlo. Por último, le lleva  a que descubra por sí mismo, o sea, a que “recuerde”, aquello que ha reconocido ignorar. En este caso, que el cuadrado de área doble se obtiene no a partir del doble del lado, sino a partir de la diagonal del cuadrado dado.

Soc- ¿Qué te parece Menón? ¿ Ha contestado ella con alguna opinión que no le sea propia?

Men- No, con las suyas

Soc- Y, sin embargo, como dijimos hace poco, antes no sabía.

Men- Es verdad.

Soc- Por lo tanto, esta opiniones estaban en ella.

Men- Sin duda

Soc- Así que queda demostrado que se puede conocer sin que nadie le enseñe a uno, sino sólo preguntando, recuperando el individuo de sí mismo el conocimiento. Un conocimiento que siempre tuvo.

Men- Dices bien, Sócrates.

Soc- Y dime Menón: ¿Acaso la mujer, que aún siendo más débil que el hombre, participaca en nuestra [2]República de la educación, de la vigilancia y de la caza; que hace todo junto con los hombres, como hace tiempo convinimos con Glaucón, es acaso esa mujer capaz de recuperar de sí misma el conocimiento?

Men- Me confundes Sócrates. Pues esa mujer nació en mí casa, y se bien que nada nunca nadie le enseñó. Tan sólo griego aprendió, pero nada más.

Soc- Deberías poder contestar con certeza a la pregunta, pues has visto con tus propios ojos como la esclava recordaba en lo más profundo de su alma un conocimiento que ya poseía, pero que tenía en olvido.

Men- Estoy de acuerdo Sócrates.

Soc- Entonces no tendrás inconveniente en afirmar en que ni el parto ni la crianza, ni su debilidad, así como tampoco las duras labores a las que sometes a tu esclava, impiden que descubra valerosamente aquello que tenía olvidado. Y por lo tanto, si la verdad de las cosas está el alma inmortal de los varones, también habrá de estar en el alma también inmortal de las hembras.

Men- Así me parece.

Soc- Por lo tanto las mujeres son susceptible de decir verdad.

Men- Sin duda.

Soc- Y por lo tanto, si pueden acceder a la verdad de qué son la cosas, podrán entonces filosofar.

Men- No lo creo Sócrates. Pues si las mujeres filosofaran entonces quién cuidaría de nuestras posesiones y llevaría acabo la tareas domésticas, así como el cuidado de lo niños.

Soc- Atiende bien a mi pregunta, ya que lo que tú dices es más bien otra cosa. Yo te pregunto, después de todo lo que hemos convenido, si podrían las mujeres filosofar, tal y como lo hicieron Tales, Anaxímenes o Heráclito.

Men- Entonces, creo que bien podrían filosofar.

Soc- Por lo tanto las hembras podrían acceder a la verdadera sophía y no solamente a una mera opinión plausible. No obstante, ¿sería la misma verdad esa que alcanzan las mujeres y la verdad a la que llegan los hombres?

Men- No te entiendo bien Sócrates, explícate.

Soc- Por hacerte comprender Menón me explicaré: quiero saber sí las hembras, por su condición femenina, en su ardua tarea de recordar de las cosas más excelentes que quedaron en sus almas impregnadas, llegan a verdades distintas de aquellas a las que llegan los varones.

Men- Creo que a diferentes cosas habrían de llegar los hombres y las mujeres, puesto que la verdad de las mujer no puede ser la misma de aquellos que asisten a las asambleas y al teatro, y que practican juegos, ritos y competiciones. ¿No crees tú, Sócrates, que tan sólo al hombre le es posible la verdad de lo qué es una espada o un lanza, puesto que son varones, y no las mujeres, los que hacen las batallas?

Soc- Veo que agudizas el ingenio querido Menón. Pero pensar que aprendemos lo que las cosas son por el uso que les damos es contradecir lo que ya concluimos, esto es, que nada nos es enseñado, sino que el conocimiento esta sellado en nuestra alma inmortal, y que a él sólo podemos acceder por el recuerdo.

Men- Te comprendo Sócrates, llevas razón

Soc- Pero déjame que continué Menón, para que así antes terminemos y podamos marchar al Pireo, para hacer una plegaría a la diosa y ver las fiestas. Sí acaso la mujer llegará a otra verdad distinta a la del hombre ¿no crees tu Menón , que la verdad entonces ya no sería una, sino múltiple?

Men- Sería múltiple entonces.

Soc- Pero la verdad no puede ser múltiple, pues si fuera de tal manera, entonces tu esclava , al deducir el teorema geométrico, bien podría haber dicho que el cuadrado de área doble se obtiene a partir del doble del lado y no de la diagonal del cuadrado. Y al intentar ser refutada, ésta, con toda autoridad podría decir, en consecuencia con lo que tu dices Menón, que no es valida la refutación pues su verdad es la verdad en tanto que mujer. 

Men- Ahora esta claro, Sócrates.

Soc- Pues bien, quede dicho antes de marcharnos, que la mujer puede acceder a la verdad de las cosas, y al ser la verdad una, y no múltiple, esta será la misma tanto para los varones como para las hembras



[1] Platón. Menón. Editorial Gredos. p 303.

 

[2] Este fragmento del dialogo esta basado en el pasaje 451-d de libro V de La República de Platón, donde Sócrates discute con Glaucón acerca de las tareas de las mujeres en la polis.

Y por fin salí!!!

Y por fin salí!!!

Llega un día en el que te das cuenta de que por fin se ha acabado.

Por fin has soltado los lastres, te ves más activa, con más ganas.

Desde hoy vuelves a comerte el mundo.

Sólo un poquito más...ya queda menos.

Te inmaginas todos los días como será ese momento

que llevas puesto, quien te acompaña, el tiempo que hace.

Ese día acabará todo y empezaremos de cero.

Hoy vuelvo a comerme el mundo

Rosa Moreno

Walter Dellobagio

Walter Dellobagio

Entre las grandes obras del siglo pasado, destaca la de un artista tardío cuya obsesión por el pragmatismo e hiperrealismo, le llevan a representar lo hábitos más cotidianos de su vida. Su nombre es Walter Dellobagio, de padre alemán y madre costa ricense. Ambas culturas influyeron tanto en su niñez como en el desarrollo de su obra a lo largo de los años. Digamos que su línea de trabajo camina junto a los acontecimientos de su vida, que al igual que muchos asesinos en serie modifica para establecer paralelismos con la de grandes maestros.

En el caso de este bodegón de aires modernos se acerca a la monotonía heterogénea de Sigfrido Kapel, la cual describía como aquel letargo desanimador que le llevaba a no lavar(se). El ojo de pez ayuda a enmarcar toda la vajilla, dando a entender que sin éste no sería posible contemplarla toda a través de un objetivo corriente. Al enseñar sus piernas comparte su visión con la del observador y nos introduce en el cuadro. Por último, no podemos olvidar el detalle de la olla express como elemento moderno, ajeno al lenguaje del bodegón tradicional, lo cual le convierte en un transgresor incorregible.

Sin más comentarios, les aliento que vayan a ver el recopilatorio de trabajos que han realizado su asistenta, gran galerista de arte en la actualidad y su hermano Hanes Delloalto en el centro de Artes Plásticas Pintoyo.

-Arnold Savitsky-
Crítico de Arte
Heraldo de Haina

historias y fábulas modernas

historias  y fábulas modernas

Me puse tantas veces a intentar escribir las historia de mi vida, que cuando quise darme cuenta tenía un comienzo exquisitamente elaborado para tan insignificante desenlace. Sobre la certeza de los hechos, me remito al mito. Y si me repito, quiza hasta sea verdad. Por eso existe este sitio, para que relatemos aquellas cosas que nos entusiasman, inquietan o atormentan...y sí, tiene cabida la imaginación, prosa, verso, fábula, imagen, etc. Y sin más dilaciones, a su merced me pongo